20/10/12
Amanece, amanece soleado y el buen tiempo parece decidido a acompañarme en mis últimos diasen Waiblingen. Hoy sábado, no tengo tanto tiempo entre la hora en la que me levanto y la hora de empezar a trabajar. No hay ejercicios, no hay footing, hoy, aunque se levante uno con el sol iluminándole la cara, el corazón esta un tanto nublado por ser el último dia en Waiblingen.
Waiblingen es una ciudad a 15 KM de Stuttgart, es la capital y la ciudad mas grande del distrito de Rems-Murr. El casco antiguo es típico alemán, las casas suelen ser de dos a tres plantas con esas históricas vigas de madera decorando las fachadas a modo de esqueleto. Esta rodeada por mucha vegetación, el rio Rems y por el parque Talue. Tubo mucha suerte en la II Guerra Mundial y por eso conserva muy bien su arquitectura típica germana.
Parece que el trabajo aumenta justo a mi partida, hoy no ha parado de sonar el zumbido de las máquinas. Los tres hemos estado trabajando sin distracciones. Esto era lo que pense cuando llegue, ya que en el mes de Júlio fue así. A estas alturas del año, parece ser que el Oktober fest, reduce considerablemente la actividad, ¿sera porque la clientela sale a celebrarlo invirtiendo su capital en olvidar lo que ha sucedido esa noche? nada más lícito en una festividad que facilita de todas las maneras imaginables a hacerlo.
Al acabar la jornada he querido aprovechar para pasear por su casco antiguo y fotografiarlo, así os puedo mostrar algunos encantos de este. Porque si hay algo que tiene Waiblingen, son unos paseos que te transportan a un mar de sensaciones. Los aromas que desprende, todos acariciados por la humedad que ofrece el Rems, la arquitectura germana tan bien conservada, las formas geométricas que crean las vigas de madera en las fachadas, las fachadas que se curvan, como si no hubieran usado nivel alguno o que con el tiempo y por la humedad hubieran variado de forma adaptándose al clima, como si de un ser vivo se tratara y que se adapta a su entorno. En estos paseos, es seguro encontrar muchos rincones extremadamente mágicos y llenos de grandes histórias fascinantes, que a falta de que alguien me las explique, solo me queda imaginármelas. La muralla, la cantidad de puentes que cruzan el Rems, el parque...
Hos diria como siempre que desde mi cubículo me despido, pero llego tarde a escribir el bloc y lo escribo desde otro lugar, así que hasta el proximo post.
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