lunes, 29 de octubre de 2012

29/10/12

Amanece gris y una fina capa de niebla lo cubre todo, la temperatura según el handy de Marc es de menos tres grados. Empiezo mi rutina, té verde, ejercicios... en cuanto acabo de desayunar el sol asoma tímidamente mientras disipa el manto lechoso, ilumina y concede color a cada cosa. De seguida me ducho y voy a comprar algún suministro que se ha consumido o que escasea. El frío es acojonante, no le doy tregua y me adentro en el sofocante centro comercial, esto no puede ser muy bueno ¿donde meto la chaqueta ahora? Compro con sudores, no me paro en nada más que en lo que llevo escrito en la lista, si no lo hago así, compro cosas que no debo y me dejo otras importantes. Tengo prisa, hoy entro una hora antes, he de limpiar mi zona de trabajo y necesito un cinturón que no encuentro. Que estres, con lo que me gusta a mi tomarme la mañana con calma.

La calma, viene acompañando al resto del día que transcurre tranquilo. Cobijado del frío que se detiene en las ventanas y puerta que aíslan correctamente, la calefacción también ayuda. Mi primer trabajo es un nombre junto a una paloma blanca en el pie. El nombre es a freehand. No se mueve, no se queja, y es primeriza, un placer.


Mi siguiente customer no puede venir hoy, cambia la cita para otro día. Pero la desilusión se desvanece cuando Erik me comenta que el chico al que esta tatuando, tiene un amigo que deja el piso y este se vuelve a alquilar. Lloro de alegría, no es caro, esta muy bien situado, y puedo hablar con el inquilino actual porque habla un poco de castellano. Quedamos para mañana, la impaciencia me corroe. Gracias Erik.

Tengo hambre pues sólo he almorzado y ya tocan las tres. Salgo a la intemperie a por algo que echarme al gaznate y que amedrente al estómago. Voy directo a una parada que conozco, pero después de ver la cola que hay sigo andando y paso de largo con total indiferencia. Me dirijo al plan "b", un asiático donde el carton de noodles te sale por tres o cuatro euros y no me lo acabo. De vuelta al estudio, aguanto con las dos manos el cálido paquete repleto de arroz y verduras.

Me sale otro tattoo, un pequeño nombre en la muñeca. El resto de la tarde lo paso delante del ordenador, mirando pisos y Sarah contactando de manera frustrada, o no contestaban, o se tenia que pagar mucho de entrada. Marc se reúne conmigo en el estúdio, junto a Erik, elaboramos un plan maquiavélico de actuación para el piso de mañana. Capaz que si tiene congelador, descuartizamos al tipo allí mismo, ya nos desharemos del cuerpo con el tiempo, poquito a poco jejejeje. Una vez abierto el apetito y ya en casa, Marc hace no se que curso y sigue con el Fifa hasta que le pongo la cena en la mesa. Aprovecho las sobras del medio dia y las aderezo con una salsa de tofu con tomate a la que le he añadido media cebolla y un champiñón. Finiquitada la cena, el sigue con su "deporte" y yo me centro en estas cuatro lineas que os escribo y poco más.

Mañana más y mejor, hasta el proximo post.

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