viernes, 2 de noviembre de 2012

02/11/12

Ayer fue un dia muy intenso, después de una jornada laboral en que tres tatuajes me mantuvieron entretenido. Un beso en el trasero, muy original. Aguantar a otra pueril descerebrada para tres palabras en croata en las costillas. Mis compañeros de trabajo alabaron mi paciencia y no entendían como no la había mandado a tomar por... Menos mal, que el tercero y último fue muy bien, una primeriza muy nerviosa, pero dispuesta a dejarse aconsejar.  Free yourself, con una pluma que se convierte en una bandada de pájaros en el omoplato. Ni se quejo ni se movió, me dejo trabajar sin importunarme con chiquilladas a pesar de ser bastante joven. Al finalizar me deleito con un baile espontáneo de la emoción que le hizo al verse el tatuaje y me pidió un abrazo. Aqui l@s alemanes/as no son de dar dos besos, ni para saludar, ni para presentarse, como muestra de afecto, te abrazan. No sabeis lo estúpido que he llegado a sentirme al saludar, o presentarme intentando dar dos besos y encontrarme con una mano o con suerte un abrazo, de esos que te palmean la espalda.



Bien, una vez en casa hago un par de tareas de bricolaje. No se si lo había comentado ya, pero muchas casas no tienen persianas. Por fin le he instalado a Marcos una cortina opaca que me permite dormir sin antifaz. Seguidamente, Garci, me lió para ir a jugar un partido de football sala con sus compañeros de trabajo. Siendo sólo cuatro jugadores por equipo, me pedí ser portero, siempre me ha gustado, eso y que pensaba que me evitaria unas cuantas carreras, graso error. La escasez de jugadores permitió que el portero pudiera salir, y yo sólo me siento comodo cerca de los palos, sean los de mi portería o la del contrario. Venga campo arriva, venga campo abajo. Por supuesto perdimos por goleada, pero fue muy divertido.

Hoy estoy totalmente out. Por eso he decidido desayunar y comer fuerte antes de ir a trabajar. La primera customer queria un lirio a color en el empeine. Aunque es su primer tattoo y estaba impaciente por que acabara después de un par de parads, me regalo, siento que me lo debo. Justo a dos puntitos de acabar, se me ha roto el clipcord, vaya mala pata. Por suerte lo he podido arreglar una vez he despedido  a la mujer.


Una espontánea, ha aparecido justo antes de mi siguiente customer que no se ha presentado. La chica a pedido una pequeña concha que me ha recordado a la formula de fibonacci. En principio iba a ser solo linea, pero me he emocionado y así ha quedado. Por supuesto ella muy complacida.


Ante mi aburrimiento, Sarah ha hecho un par de llamadas, y me ha conseguido otra customer que queria un lazo pequeñito en el tendón de Aquiles. Gracias Sarah.

Una vez en casa, os escribo estas lineas antes de cenar y salir a tomar algo con los compañeros de pugna. A ver si mañana os puedo contar que tal, pero lo dudo. Hemos quedado por la tarde para pintar una lámina en conjunto, va a ser muy divertido.

Hasta el proximo post.

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