domingo, 14 de octubre de 2012

13/10/12

Hoy he amanecido con una timida luz solar, esta ahi, pero no tiene coraje suficiente para deslumbrar. Y no es de extrañar, después de una noche ocupada por un interminable chubasco.

Hoy entro a trabajar una hora antes y con una cita a primera hora, he tenido que finiquitar mi horario laboral para poder permitirme empezar a escribir estas lineas que os remito con retraso. Esto viene dado por la visita al October festival de Stuttgart (la original es de Munich). Gracias Giova por acercarme y acompañarme a este mundo de sensaciones, no desconocido, pero al estar en tierra ajena, me he sentido como un novicio.

"O 'zapft is!"
Luces distorsionadas por la inercia de las atracciones, atracciones rojas, verdes, azules, amarillas, de una extensa gama de colores. Norias donde las familias se refugian de la hiperactividad, donde parejas sobrias buscan el romanticismo en el horizonte desde lo mas alto, como si viesen su futuro inexistente. Mientras otras, solo buscan esa intimidad donde poder saciar sus necesidades mas primitivas mezclando romanticismo y excitación por lo prohibido. Laberintos de cristal donde poder perderse de la triste realidad sin dejar de verla, distorsionada. Las notas musicales, que seguro algun@s consiguen divisar, de varias canciones mezcladas sin ritmo ni melodia. Trenes de la bruja, o castillos del terror donde poder gritar y desahogarte de tanta locura sin parecer un/a desequilibrado/a, incluso si lo haces en un momento totalmente injustificado. Montañas rusas que suben, bajan, dan tirabuzones y te aceleran el ritmo cardiaco pensando que si en la siguiente curva o rizo algún tornillo se sale de su sitio... Atracciones que solo hacen que dar vueltas, consiguiendo que nuestro oído interno comunique al cerebro que algo no anda bien, y cuando te bajas, te mezclas a trompicones con los va y vienes de los que han bebido una cerveza de mas. ¿Y para que si no es este festival que crearon los Wirte (dueños de las cervecerías y los feriantes?  Esta todo pensado para que nadie desentone o se sienta fuera de lugar, pues tod@s tienen el suyo, aunque vayas con el traje tradicional de Baviera conmemorando las bodas de plata del rey Luis I de Baviera.

La marea de gente nos ha llevado como náufragos a la deriva, sin rumbo, sorteando a mas de uno/a que no sabia donde estaba el norte. He de reconocer que yo tambien lo he perdido en algún momento, y no por beber demasiado, sino por el caos de esa masa heterogénea. Ha sido como un viaje psicotrópico, la distorsion lumínica, sonora, incluso los olores se alteraban, los dulces de los tenderetes de frutos garrapiñados, con los especiados de los puestos de "wursts". Y si te resguardabas un poco de estos, el rancio del orin también hacia acto de presencia.

Esta masa heterogénea de humanidad, con sus virtudes y defectos, desde el auge de la sabiduría, el valor, el autocontrol y la justicia, hasta su mas basta decadencia, esa que viene determinada por el exceso de todo lo anterior.

Aqui os dejo una pequeña aportación gráfica.







Desde mi pequeño, y cada vez más cálido cubículo, se despide un servidor. Hasta el proximo post.

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